Toluca, Estado de México, 10 de enero de 2025
Buenos días a todas a todos ustedes, invitadas, invitados a esta Ceremonia del Aniversario Luctuoso del exgobernador Alfredo del Mazo González.
Quiero en primer lugar agradecer, reconocer la presencia de nuestra Gobernadora, la Maestra Delfina Gómez Álvarez que encabeza esta ceremonia como reconocimiento al trabajo de quien fuera Gobernador de nuestra entidad.
También, agradecer a los representantes del Poder Judicial, el Magistrado Fernando Díaz, gracias magistrado; al Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado; al Diputado Francisco Vázquez Rodríguez; agradecer, evidentemente, al comandante de la 22 Zona Militar, al General José Martín Luna de la Luz.
Agradecer, también, al Presidente Municipal de Toluca, el compañero Ricardo Moreno Bastida y de manera especial al exgobernador Alfredo del Mazo Maza, gracias exgobernador y a su querida madre por estar el día de hoy aquí acompañándonos.
A todos los dignos representantes de los órganos autónomos que hoy nos acompañan; a las compañeras, compañeros del gabinete; también destacar la presencia de los exgobernadores de nuestra entidad que hoy amablemente también nos acompañan.
A Diputados federales, locales que el día de hoy también se suman a esta conmemoración y a todos los que de alguna u otra manera, también amigos del exgobernador Alfredo del Mazo González que hoy están aquí acompañándolo en esta conmemoración, quienes fueron colaboradores en su gobierno, en diversos momentos de su vida política que hoy, afortunadamente, nos pueden acompañar.
Y hoy nos congregamos bajo este solemne manto de la memoria para recordar a un mexiquense que marcó, sin duda, historia en nuestro estado; su partida física hace seis años, no extinguido el eco de sus aportaciones, permanece en el entramado de nuestra identidad como parte de la historia política de este gran estado que hemos construido entre todos.
Este momento es entonces una oportunidad para reflexionar sobre los caminos recorridos y los que nos faltan por transitar en el futuro inmediato.
Alfredo del Mazo González fue protagonista de la consolidación de un proyecto en un México que buscaba el desarrollo, concepción que abarcaba la política, la economía y lo social.
Le tocó vivir un momento donde nuestro país y en nuestro estado comenzaban a escucharse los reclamos de pluralismo y democracia; como demócrata, supo enfrentar ese momento específico de la historia política de nuestra entidad.
Su vida fue compromiso de la consideración de esa visión, de ese modelo de compromiso basado en el desarrollo.
Gobernador del estado entre 1981 y 1986, el Gobernador del Mazo González, encarnó la visión de una generación que creyó, apostó por la modernización como eje del progreso y tuvo, evidentemente, enfrente otra visión, la del llamado Neoliberalismo, que más adelante en la historia política de México, vio crecer la desigualdad.
Por eso la gestión del Gobernador del Mazo y su proyección política nacional, marcó una época entre la lucha de dos proyectos distintos.
Por eso hoy, en esta ceremonia, recordamos el legado de su obra política, de su obra física, de su paso institucional por el Gobierno del Estado de México.
Y que, sin duda, dejó huellas significativas en obras importantes que todos conocemos y que hoy siguen sirviendo a los mexiquenses, como parte de ese empeño de desarrollo que veía en las comunicaciones y la infraestructura como una palanca de desarrollo para aportar a la vida de nuestro estado.
Pero hoy, estamos aquí para recordar el pasado y para no negar nuestra historia, sino, hilvanarla con el presente y proyectarla en el futuro.
Hijo de un Gobernador y padre de otro gobernante, su paso por el poder público no solo se limitó a nuestra entidad, sino que estuvo al frente de responsabilidades nacionales, de manera destacada en la Secretaría de Energía y Minas y Paraestatales, en aquel momento de profundo debate nacional sobre el rol de nuestras riquezas y el rol del estado en la economía.
Por ello, el Gobernador del Mazo fue un político local, pero también con un activismo y una proyección nacional que nos deja un legado a todos los que en el Estado de México trabajamos, actuamos y desarrollamos actividades políticas.
La combinación de temas nacionales, con temas locales es el mejor mecanismo para insertarse como ahora lo hace la Gobernadora Defina Gómez en el marco de un movimiento que trasciende el Estado de México.
De la mano de la Gobernadora Delfina Gómez Álvarez hemos defendido y lo seguiremos haciendo, las enseñanzas de la historia, comprendiendo que a veces se juzga a los hombres, y ahora dijéramos a las mujeres, pero los afectos y el amor a la tierra son inquebrantables.
El Gobernador del Mazo González fue producto de su tiempo, un hombre cuya obra se inscribe en un modelo de desarrollo que, insisto, buscaba robustecer la industria, la infraestructura y el desarrollo.
Por ello, hoy estamos en esta ceremonia ciertos de que lo más importante para el Estado de México es conciliar, conciliar nuestra historia pasada y conciliar la historia presente.
Hoy, en el segundo año de la transformación, el Poder de Servir demuestra que los paradigmas pueden cambiarse, sin ruptura, con transformaciones pacíficas.
La llegada de la Gobernadora Delfina Gómez y del pueblo al poder junto a ella, ha reconfigurado al Estado de México con enfoque en la equidad, la justicia, la inclusión y colocando en medio de la acción pública a los ciudadanos.
Este esfuerzo no puede ser señalado como una ruptura, sino que es la oportunidad de ser una evolución que busca aprender de las lecciones de quienes nos precedieron.
Hoy en el Estado de México, podemos decir, hay estabilidad política, hay paz social y hay grandes retos.
Se renovaron los ayuntamientos en 2024, se renovó el Congreso del Estado, hubo cambios en la configuración de lo que será el nuevo Poder Judicial del Estado, hay cambios y rotaciones en los órganos autónomos y todo esto bajo el liderazgo de la Gobernadora Delfina Gómez se han hecho en transición, en paz, en orden y con estabilidad.
Como gran ejemplo de esta transformación, este gobierno encabezado por la Maestra Delfina Gómez ha destinado un presupuesto récord a los programas sociales del bienestar, se ha priorizado la paz del estado y se ha puesto al servicio del pueblo como centro de todo gobierno.
La memoria del Gobernador Alfredo del Mazo González nos recuerda que todo proyecto humano es perfectible. Si algo podemos extraer de su legado es la necesidad de construir con visión de largo plazo, conscientes de que las transformaciones requieren tiempo, compromiso, servicio y, sobre todo, nunca divorciarnos del pueblo.
El Gobernador Alfredo del Mazo González, fue padre, abuelo, hermano, que siempre tuvo como eje su amor profundo al Estado de México.
Un mensaje que debe servir para que todos hoy en día sigamos unidos, es hora de la unidad de los mexiquenses, de su clase política, de sus jóvenes, de sus mujeres, de sus empresarios.
Es hora que el liderazgo de la Maestra Delfina nos sirva como puente de vínculo con las obras que también hizo el Gobernador Alfredo del Mazo González.
La transformación que vivimos busca superar las barreras que en su tiempo no se pudieron derribar, respondiendo a las necesidades de una exigencia mayor del pueblo del Estado de México.
Hoy en este momento de recordar en el aniversario de su muerte a quien fuera un mexiquense ilustre, insisto, es tiempo para llamar a la unidad de los mexiquenses.
Por ello, lo decimos con mucha claridad, el camino por delante exige el esfuerzo de todos. La transformación no es tarea de una sola mujer o de una sola administración, es un proyecto colectivo que requiere voluntad, paciencia y solidaridad, incluso de quienes estuvimos en trincheras políticas diversas.
Sigamos en unidad apoyando este proyecto, que sin duda le seguirá dando al Estado de México brillo como hasta ahora lo hemos tenido.
Invito a todas a todos a honrar la memoria de quienes nos precedieron, como el Gobernador Alfredo del Mazo González, haciendo de nuestro presente un puente hacia un mañana más justo y luminoso.
Recordemos a aquellos que protagonizaron nuestra historia y son parte siempre del arraigo de nuestra entidad y también la fuerza que nos impulsa a construir un mejor porvenir.
Un Estado de México grande, fuerte y del cual nos sintamos totalmente dignos, integrantes del mismo, y que podamos decir siempre y ahora que somos orgullosamente mexiquenses.
Muchas gracias.